En esta serie de artículos analizaremos los modelos de gobernanza en la
República Dominicana, repeticiones y novedades. El valor de la reflexión
sociológica y política está en ayudarnos a comprender el momento político,
social y económico presente.
La pregunta ¿para quién gobierna el presidente Luis Abinader?, es
pertinente por ser una administración novedosa y porque ha tenido que
operar como un gabinete de administración de una cadena de crisis, como
la pandemia del COVID, la carestía del transporte marítimo y distorsiones
en el suministro de bienes, la guerra en Ucrania y sus repercusiones en la
reducción y carestía de la oferta de energía, derivando en una ola
inflacionaria global, aún vigente. El gobierno ha salido airoso en superar la
pandemia, recuperar el crecimiento económico, garantizar la seguridad
alimentaria, el abastecimiento energético y controlar la inflación, mientras
la nave del Estado mantiene la dirección correcta.
Salvo expresiones de la oposición, la mayoría de los dominicanos reconoce
la buena labor realizada y valoran que el presidente Abinader esté
seriamente comprometido con la creación de empleos, la protección social,
el control y la sanción de la corrupción y el desorden migratorio. Ponderan
que ha sido respetuoso de la constitución, las leyes y la institucionalidad,
dándole continuidad al modelo de gobierno de los mejores presidentes de la
historia dominicana. Fiscalizando la conducta de sus funcionarios y
asumiendo en forma persistente el fortalecimiento de los organismos de
control, incluyendo la Policía Nacional, sin cuya reforma y transformación
nunca se logrará el cambio verdadero.
La gran mayoría de los dominicanos quieren ver al presidente Abinader
gobernar sin tener que enfrentar emergencias y crisis externas, de las cuales
no ha tenido ninguna responsabilidad, contrario a una minoría que se siente
limitada por el fortalecimiento institucional en marcha, ya que fueron los
beneficiarios de lo que se está dejando en el pasado. Los dominicanos no
permitirán que lo ganado se pierda y que el presupuesto nacional generado
por su trabajo y creatividad, dentro y fuera del país, sea impunemente
malversado.
El presidente Luis Abinader manifiesta con la valentía e independencia de
sus decisiones y acciones diarias, estar consciente de su responsabilidad
de cerrar el ciclo de gobernabilidad institucionalmente débil y complaciente
e iniciar la mejor era de la gobernabilidad, camino a la conmemoración del
Bicentenario de la Independencia Nacional (1844/2044). Demostrando que
la sociedad, la economía y el Estado dominicano, aún no han dado lo mejor
de sí.
En la próxima entrega, abordare la relación del presidente Luis Abinader y
los funcionarios públicos con los empresarios, la economía y la política.
Explicare cómo se ha gobernado tradicionalmente para que el grupo en el
poder, se constituyera en lo que llamo “Burguesía Burocrática de Estado”
enriquecida con el uso y abuso de los recursos públicos. Vencer esa fuerza
de la inercia requiere una fuerte voluntad y acompañamiento ciudadano.