Luís 24, reelección asegurada
Luís 24, reelección asegurada

Por; Richard Pérez
Vemos todos los días en las redes sociales, a la oposición agresiva y desesperada; pareciera que estuviéramos en los cierres de una campaña electoral. Pero contraria y paralelamente, observamos al Presidente de la Republica tranquilo, sosegado, enfocado es su labor de gobernar, en medio de una de las crisis más contundentes que ha afectado el mundo. Esa seguridad que muestra el Primer Mandatario, pone aún más tensa la condición de sus llamados contrarios.
Luis Abinader llegó al Poder en medio de tres crisis. Una internacional (Pandemia), otra local (El grito del pueblo en contra de la corrupción), y una última, partidaria (División del PLD). La primera y la segunda el gobierno la enfrenta con decisión y coraje, dando resultados concretos y contundentes. Vemos la gran inversión pública en cada sector, que motoriza y hace crecer la economía y a su vez, se percibe y se siente la mano del gobierno en todos los rincones del país, atendiendo la clase más vulnerable. Y así mismo, el sometimiento y judicialzación de los actos de corrupción del pasado y del presente. El tercer tema, fue la división del PLD, que favoreció a Luis, este continúa intacto, acrecentándose cada día más las diatribas entre sus liderazgos y la imposibilidad de un acercamiento. Entre el PLD y FP existe la ley de supervivencia, no pueden apoyarse, ni unirse, porque uno de los dos desaparecería.
Por otra parte está la integración a la maquinaria de la reelección, de una gran cantidad de partidos y de sectores sociales que serán determinante en el proceso venidero.
Los tres factores mencionados, que han sido excelentemente manejados por el Presidente y sus asesores, han permitido su gran valoración y posicionamiento que le permitirá la continuidad en el Poder.
Un Presidente con una aprobación de más del 60% y un partido por encima de un 45% de aceptación popular; por otro lado, una oposición divida, que se desgarra por el 40% de los votos opositores tradicionales; no hay forma humana, ni precedentes históricos, que detenga la reelección en primera vuelta, cercano al 55%.